Refused con debut y despedida de los escenarios en Sudamérica
Cuando se anuncio está fecha tenía previsto a hacerse en Groove y después con el paso de los días termino en Uniclub pero eso no impidió que la banda se su primera vez en Argentina y sino también de su gira de despedida conmemorando los 25 años de The Shape of Punk to Come.
Miserere, calentó el ambiente con un set breve pero potente, una banda que poco a poco está teloneando a bandas internacionales y pisando cada vez más fuerte y demostrando que el Hardcore sigue en pie.
Aproximadamente a las 21:00 arrancó Refused. El escenario se vistió con una iluminación sobria pero significativa: tonos oscuros, algunas luces que jugaban entre lo jazzy y lo industrial, como reflejo de la mezcla musical de su disco más (y quizá mejor) celebrado. El público, que venía en oleadas de generaciones distintas (viejos punks, melómanos, jóvenes que descubrieron el álbum hace poco), estaba en silencio reverente, esperando el primer acorde.
Lo más impactante fue que interpretaron el álbum casi completo o completo, la mayoría de los temas son del Shape of Punk to Come. Cada canción fue recibida como un himno: los golpes de batería, las distorsiones, los pasajes electrónicos, los momentos más reflexivos y pausados, todo recalcaron por qué este disco no es solo un álbum de hardcore, sino una declaración artística.
Más allá del disco: sorpresas del setlist
No solo el álbum clásico: también tocaron temas de otros trabajos (“Songs to Fan the Flames of Discontent”, “War Music”, “Freedom”), lo que le dio al show variedad dinámica. La mezcla entre lo viejo y lo más reciente generó momentos de “wow”: no era un simple repaso nostálgico, era un balance de su legado.
Dennis Lyxzén estaba en llamas. Su voz era potente, sus gestos intensos, y su energía no parecía haber menguado a pesar de que esta gira es de despedida. A ratos se volvía casi profeta: hablando entre canciones, lanzando frases sobre compromiso, cambio social, y la necesidad de seguir cuestionando. La banda lo acompañaba con precisión quirúrgica, pero también con la pasión cruda que los hizo grandes.
El cierre fue emocional. Supongo que terminaron con algunos de sus himnos más reconocibles, dejando al público con una mezcla de agotamiento, éxtasis y melancolía. No fue solo un concierto, fue una ceremonia. Muchos se abrazaban, otros cantaban a pulmón; había lágrimas, pero también sonrisas enormes.
Los que salieron de uniclub esa noche se van a quedar con un pedacito de la historia que pudieron ver en vivo a Refused, lo que si hoy en día muchas bandas dicen que se separan y demuestra en un tiempo vuelven ¿acá pasará lo mismo o será un fin definitivo? Mientras tanto solo queda tener está noche en la memoria y recordar a Dennis con su mejor performa arriba del escenario.
Fotos de Matías carrera
Crónica Pablo Reinante


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