plan 4 en vorterix y su presentación de "maquina de odio"
Domingo 6 de julio. Una fría noche de invierno en Buenos Aires no fue impedimento para que el Teatro Vorterix se colmara de fervor metalero. Con una convocatoria contundente, el show de presentación de Mecanismo de Odio, el nuevo trabajo discográfico de Plan 4, fue más que un recital: fue una celebración de la perseverancia, el dolor transformado en arte, y el poder del groove metal argentino.
FUERZA PRIMITIVA: SUDOR, GUITARRAS Y CONEXIÓN
La noche abrió con Fuerza Primitiva, banda que viene pisando cada vez más fuerte en el under. A las 19:30, con una actitud que combinaba entrega total y compromiso musical, hicieron vibrar al público con temas como “Pensar”, donde las guitarras afiladas y la batería cruda marcaron el pulso. Lo que comenzó como una recepción curiosa del público terminó en aplauso generalizado. El gesto final fue casi simbólico: en la mesa de merchandising, las gorras con su logo volaron como pan caliente. Una señal clara de que dejaron huella.
HUESO: SONIDO SALVAJE CON MENSAJE CLARO
A las 20:10, Hueso tomó el escenario y elevó la vara con una descarga que combinó thrash, death metal y hardcore. La banda, nacida como un grito de protesta en la escena local, ofreció un set demoledor, donde los riffs pesados y las voces cargadas de rabia no dieron respiro. Uno de los puntos más altos fue “Fantasma”, una canción que se convirtió en catarsis colectiva contra los trolls y la toxicidad digital. La respuesta del público fue inmediata: puños en alto, gritos y pogo en el centro de la pista.
PLAN 4: UNA NOCHE PARA LA HISTORIA
Puntuales a las 21:10, Plan 4 irrumpió con toda la potencia que los caracteriza. Desde el primer acorde quedó claro que estaban decididos a demostrar por qué siguen siendo una de las bandas más representativas del metal nacional. Javier Compiano, voz y líder de la agrupación, apareció con una energía arrolladora, arengando al público con la pasión que lo define.
El inicio estuvo centrado en los nuevos temas de Mecanismo de Odio, disco cargado de oscuridad, crítica social y una sonoridad más afilada que nunca. Canciones como “Delirio”, “Todo arde” y “Hambre” fueron coreadas con fuerza por un público que ya conocía los nuevos temas. El pico emocional llegó con “Nuestro Duelo”, tema dedicado a Gonzalo Espejo, baterista fundador de la banda, fallecido en 2021. La emoción se hizo carne en la voz quebrada de Compiano, que pidió un aplauso eterno para su hermano de vida. Todo el teatro respondió con ovación, generando uno de los momentos más intensos de la velada.
Luego, el show viró hacia una segunda parte con un set cargado de clásicos. “Jaula”, “Ella”, “Destino” y “La Ira de Dios” retumbaron en un Vorterix convertido en caldera. La conexión con el público fue total: saltos, pogos, estribillos gritados a garganta pelada. Fue un repaso por dos décadas de trayectoria, marcada por la lucha, la independencia y la coherencia estilística.
HOMENAJE A OZZY Y FINAL APOTEÓTICO
Antes del cierre, llegó una de las grandes sorpresas de la noche: un homenaje a Ozzy Osbourne, tras su retiro definitivo de los escenarios. Plan 4 ofreció una versión cruda y pesada del clásico "Paranoid" de Black Sabbath, que desató la euforia generalizada. Fue un puente perfecto entre generaciones, entre el legado del heavy metal y la vitalidad del presente.
La noche cerró pasada las 22:30 con abrazos, agradecimientos y una promesa latente: Mecanismo de Odio es más que un disco, es un manifiesto de resistencia. Plan 4 demostró que, a pesar de las pérdidas, del dolor y del paso del tiempo, siguen más vivos que nunca.
Fotos de nadia Stettler
Crónica natalia Bareiro
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